Un recuerdo

Hace unos días murió el guionista y escritor Armand Matias Guiu. Uno de esos nombres que sólo unos cuantos especialistas (y no estoy entre ellos) recuerdan y conocen. Pero en este caso sí sabía quién era y qué recuerdos me ha traído. Porque leí su apellido imposible hace cuarenta años asociado primero al DDT y después a las revistas de la Editorial Bruguera, escribiendo las historias de bastantes personajes y de secciones de textos más o menos de humor. Nunca le olvidé porque su apellido me enseñó a discriminar la u al pronunciar gui o gue. Yo lo pronunciaba gu-i-u y mi padre me sacó del error: es gui-u. Y porque nunca acepté que se pronunciase así; para mi era un apellido ficticio, un chiste más hasta que las necrológicas se han empeñado en quitarme, otra vez, la razón. Para mi siempre será gu-i-u, alguien que me hizo reir y me enseñó, así que, que tengas buen viaje Armand.

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