Me gustan las casualidades

Hace unos días, mientras se hacía público El Embarazo, en mi calidad de receptor de correos de gabinetes, empresas y organismos dedicados en exclusiva a informar de sus actividades, recibí un informe completísimo de ventas, exportaciones y otros de ropa infantil.
¿Qué fue antes? Dado que una de las actividades profesionales –no lo puedo llamar trabajo– del Jefe del Estado et al es la promoción exterior de nuestros productos, supongo que el anuncio de El Embarazo, el informe de los negocios de ropa y la permanente advertencia contra los peligros de los textiles chinos, van en el mismo paquete temporal.
Cada día soy más paranoico

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