Sobre la escritura

Los talleres de creación literaria Fuentetaja tienen un espléndido catálogo de libros dedicados a la literatura, de libros que explican la literatura desde los autores, con citas y análisis de los literatos, clásicos o vivos. Cualquiera que haya escrito unas reflexiones sobre el oficio de escritor tiene asegurado un hueco en esta colección, pensada originalmente como apoyo didáctico a los muchos y variados talleres que imparten.
He leído varios y me gustan, de hecho es un poco paradójico que en algún caso, me interesen más las reflexiones sobre la literatura que la literatura de un autor en cuestión. No es el caso de las reflexiones de Jorge Luis Borges, menos interesantes que su literatura, sobre todo su impagable "A mí me parece que la censura en sí no está mal...", página 118.
De los últimos publicados, recién terminé Sobre la escritura de Adolfo Bioy Casares y otro del mismo título de Borges, que recogen cronológicamente algunas de sus reflexiones y comentarios dictados en un par de talleres en Buenos Aires a mediados de los 1980.
Están estructurados en torno a una serie de temas: la creación, los motivos, la inspiración, la fórmula… Responden en muchos casos a una pregunta que parece constante en los talleres: ¿de dónde sale el tema? O ¿cómo se les ocurren las ideas a los escritores? Pregunta tan difícil que responder que la mayor parte de las veces da lugar a una larga digresión en la que los datos biográficos o las anécdotas sustituyen a la teoría de la génesis mental de la literatura. Pocos son los escritores que han reflexionado sobre la creación como tal y, menos, de la percepción íntima que cada cual tiene de su creación, llámense Borges o Woolf.
No hay receta, ni momentos, ni pautas. La escritura surge de muchas fuentes y de ninguna. A diferencia de la literatura, en el ejercicio del periodismo –de lo que algo sé- lo que hay son urgencias y asuntos que ya vienen dados, bien por una orden directa, bien por ese concepto difuso que es la actualidad. Ambas escrituras comparten la disciplina, la inevitable necesidad de sentarse frente a la pantalla y escribir. Con ser interesantes las ideas o los motivos de otros escritores –o de los escritores, no seamos presuntuosos-, quizá lo más importante de estas recopilaciones sean lo que puedan sacar de nosotros, lo que puedan explicar de nuestro propio camino creativo.
Como dice Bioy Casares "Me atrevo a dar el consejo de escribir, porque es agregar un cuarto a la casa de la vida. Está la vida y está pensar sobre la vida, que es otra manera de recorrerla intensamente". Serán las coincidencias o mejor, las discrepancias que tengamos con los escritores conocidos, las que nos explicarán porqué escribimos lo que escribimos y cuál es la materia con la que nos sentimos más identificados.

Technorati:

Comentarios

Entradas populares de este blog

El vertedero, de Djuna Barnes

La función de la crítica, de Terry Eagleton

El dinosaurio anotado, de Lauro Zavala