La poética de Vicente Valero explica a Francis Bacon

Viendo la extraordinaria -y también aterradora- exposición de Francis Bacon en el Prado, me acordé de una poética que he leído hace poco, un resumen de una conferencia en la Fundación Juan March. No he leído nada de Vicente Valero, ibicenco de mi generación, pero algo tendré que buscar a tenor de lo que piensa que es la poesía.
Viendo las obras de Bacon me acordé de Valero porque, como el poeta,
"sólo pueda ofrecer incursiones intuitivas sobre lo verdadero, pero incursiones que, como ráfagas, apuntan hacia el significado de la belleza en la realidad. [...] Como guardián de su propio acercamiento, rehace una y otra vez el camino de la percepción, lo ofrece como anuncio constante de la verdad que no logrará abrazar nunca. No sólo no se aleja nunca de la realidad en la que está inmerso, sino que profundiza en ella, excava con los instrumentos de la imaginación, descubre sus lodos irreales."
Esos "lodos irreales" de Valero son los de los lienzos de Bacon, de esos retratos aparentemente fantasmagóricos, pero llenos de realidad; de esas figuras en un paisaje, de esos hombres de azul que Bacon transforma en desolados paisajes interiores de nosotros, de nuestros lodos...

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