Las redes sociales de libros y las nuevas formas de comunicar

La última de las mesas a las que asistí en el inabarcable Ficod debatía sobre las redes sociales y su uso en el mundo de la edición de libros, tanto en su versión electrónica como en la de papel. En general, se han repetido un poco y han ocupado buena parte del tiempo en contestar disciplinadamente a las preguntas del moderador, José Antonio Gallego, de AERCO. Estas fueron algunas de las intervenciones más interesantes.
Pablo Gavilán, de bookaffinity.com. El mundo del libro se nutre de la recomendación: los últimos bestsellers son un ejemplo. Al crítico profesional le pasará como a los bloggers y periodistas profesionales, tendrán que ganarse la confianza de los lectores. No hay sitios para escritores como un myspace para los músicos. No hay que descartar las comunidades de lectores alrededor de un autor. Con el e-book es posible que un autor no necesite ayuda de nadie. Las editoriales no están preparadas ahora mismo para hacer promoción en Internet, pero lo estarán.
Santiago Eximeno, de Ediciones Efímeras. Es difícil encontrar una recomendación válida, salvo que esté en una red concreta. Sobre el crítico profesional, hay que distinguir entre reseña y crítica. No se puede comparar el mundo de la música con el del libro. No veo paralelismo, no sirve tampoco como promoción. Empezar desde cero es casi imposible, hay demasiado ruido, no lo veo. No creo que un autor pueda usar las herramientas para publicar. La gran damnificada será la distribuidora, no la editorial. El modelo de negocio ahora es complicado, no hay modelo porque no hay libro antipiratería y dar gratis en la Red no es solución. El precio no puede ser el mismo.
José Manuel Rivera López, de la UOC. ¿Hace falta un prescriptor para un libro? Da lo mismo, la credibilidad no va a venir por el título. Los estudiantes quieren papel para los libros. Los autores colgarán cuentos y no novelas. Las redes son de personas y eso es lo que hay que aprovechar. Los autores hemos perdido el intermediario y estamos expuestos directamente al público. En una red social una editorial no ejerce liderazgo. Yo veo que el lector está más dispuesto a pagar por los libros que por la música. Las grandes editoriales tendrán que hacerlo muy bien para superar a amazon.
Arantxa Mellado, de Ediciona. Es un poco futurible, todavía falta bastante para que se puedan recomendar libros en las redes sociales. La reputación va a marcar la credibilidad, se gestiona de forma diferente. El crítico tendrá que adaptarse. Estoy cansada de la comparación entre músicos y autores. La Red sirve para promoción, no para distribuir o publicar. Sirve para encontrar lectores, no editoriales. Cada red tiene su público y sus reglas. No se puede hacer lo mismo en todas. El editor es clave para llegar al mercado. Las redes sirven para las editoriales para crear marca. No creo que el libro digital vaya a ser mucho más barato que el de papel. Creo en la labor de los editores como seleccionadores.
Idoia Cantolla, de ilustrae.com. Es verdad que la experiencia con un libro es más subjetiva que en otros sectores. Confiar en otros. Críticos somos todos en España, no creo que está amenazada la crítica profesional. Contenido y formato son diferentes en la literatura. Autores y editores se unirán en promoción, con las redes sociales como herramienta de promoción. Crear demanda previa es posible con las redes. Nosotros buscamos nichos concretos, depende de cada título, contenido relevante y específico. En redes grandes, sólo hacemos marca con nuestras ideas de qué publicar y porqué. Hay que rehacer el modelo para que los precios se ajusten, inflados por los intermediarios. Las editoriales tendrán que hacer nuevos perfiles para las redes sociales. Si le pones pasión, el librero acepta mejor el libro.
Javier Celaya, de dosdoce.com. Nos fiamos del criterio de un perfecto desconocido, de personas que no son de nuestro entorno cercano. Las críticas en amazon son pagadas muchas veces. El papel de los críticos va a cambiar. Los suplementos literarios desaparecen. El lector va a tener más para decidir qué lee. Foco erróneo, los autores no se sienten cómodos con este entorno. Los escritores no quieren hablar con los lectores, sólo excepciones como Lorenzo Silva. Serán los nuevos escritores los que sí se integrarán. El editor no desaparece porque hacen falta servicios profesionales de corrección, etc. Cada día se crean 7 millones de webs, el mercado digital es más feroz que el analógico. Grandes oportunidades para editoriales, buscar autores, personal, nuevos talentos. Sobre todo, demostrar el lado humano de la marca. El 70 por ciento de las editoriales están en redes, pero sólo hacen marketing. No gratis en Red, no vale para todos el mismo modelo. Defiendo los derechos de autor. La distribuidora no desaparece se reinventa como iTunes, Google Editions... Se va a vender más, con productos más baratos. Leemos más que antes, pero no libros, otras cosas: blogs, twitter, etc. Cuanto antes oferte el sector el libro electrónico, menos riesgo de piratería. La clave en internet es la visibilidad.

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