La asamblea del paraguas

Este post está dedicado a la memoria de Jordi Solé Tura, ex ministro de Cultura español. Un hombre cabal, inteligente y culto a quien conocí durante una visita de Estado a Egipto mientras se desarrollaban las negociaciones que dejaron en Madrid la coleccióin de arte de los Thyssen-Bornemisza.
No tenía intención de pensar mucho en la pasada asamblea de la Asociación de la Prensa de Madrid, pero cuando a la salida nos regalaron a los asistentes un paraguas amarillo con el logotipo de la APM, no he podido evitar compartirlo. Hay un resumen más completo de todo lo hablado aquí, pero lo alucinante es que, con la que está cayendo, no había ni 60 personas y somos casi 7.500 miembros, se supone que periodistas. Por no estar no estaban ni los que se molestaron en pasar propuestas por escrito para que se votaran (no salieron).
Por lo demás, sólo el servicio médico parece suscitar mucho interés, ya que ni el paro, ni la degradación constante de la profesión, ni la actuación de los medios suscitaron pregunta alguna. Bueno, sí. Una mujer preguntó por las entradas para la corrida de la Prensa, tradición que, por descontado, no se cuestionó. En la respuesta explicaron que como el Rey no quiere ir al palco, la junta tiene que negociar con algunos abonados las tres entradas de tendido necesarias: una para el monarca, otra para el presidente de la APM y una tercera para el vicepresidente.
En fin, que ha sido como meterse en una máquina del tiempo, llena de abueletes más preocupados por sus achaques o la comida de hermandad y ni una propuesta sensata sobre nuestra profesión, sobre su estado o su futuro.
Al recibir el paraguas recordé los descuentos en el Museo del Jamón por ser periodista y otras iniciativas de ese tono que se han multiplicado este año en la APM, y reconozco que me han convencido: es un chollo ser periodista. Gracias.

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