Cómo editar un texto (X)

Hasta ahora sólo hemos visto ciertas generalidades de la edición, sin atender a que ésta puede estar condicionada por varios factores que vamos a empezar a tener en consideración. Para ello, voy a centrarme en primer lugar en la edición de textos propios, lo que conlleva varias particularidades encabezadas por nuestro propio ego.
Voy a prescindir de la poesía y los géneros más literarios, porque en ellos el proceso de creación del texto es de reescritura y perfección, no de una edición para hacerlo más legible. Algunas generalidades, como la coherencia y concordancia -el libro de estilo- si son de aplicación a la hora de escribir literatura, pero no voy a entrar en ese jardín.
De lo que se trata es de que nuestros textos, al margen de su intención o estilo, tengan una buena redacción, respondan a nuestro pensamiento y, con suerte, sean reconocibles para quien nos lee. Todo ello sin perder de vista que hablamos de edición y no de escritura. Los primeros pasos, el acto de escribir tiene sus propias leyes y allá cada uno. Tampoco entraré en cuestiones de tiempo. Como es lógico, a la hora de hacer un examen o de escribir un informe urgente, la edición es un lujo que pocos se pueden permitir. Sobre todo en un test o un power point.

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