Cómo editar un texto (XII)

Una advertencia previa. No soy un fanático de la corrección académica, pero ante la duda y puesto que escribo en castellano, prefiero dar un pequeño rodeo antes que usar palabras en otros idiomas salvo que sea inevitable. En el primer mundo, según la Unesco, utilizamos de media poco más de 300 palabras de nuestro idioma para comunicarnos. También de media, una lengua romance tiene un vocabulario activo compuesto por más de 25.000 palabras. Así que no está de más que las aprovechemos.
Empecemos por algo sencillo. Un correo que enviamos a alguien de confianza para contar unas primeras impresiones tras un suceso, previas a una cita en la que le daremos más detalles. Hace tiempo que no le vemos, pero no mucho. Más o menos, podríamos decirle:
Hola X
¿Cómo estás? Hace un montón que no nos vemos y tenemos que vernos porque resulta que el otro día me encontré con Y. Hacía un montón que no le veía y me contó un montón de chismes de P y J, así que a ver si nos vemos pronto para hablar.
Yo estaré un montón de horas en el mostrador de M y podemos vernos allí.
Un abrazo
K
En una primera lectura descubrimos al menos 4 'montones', 5 'ver' y un ritmo en las frases raro. Lo primero es utilizar algunos sinónimos para evitar tanto montón y tanta visión. Y después, añadir alguna coma que haga más fácil su lectura.
¿Cómo estás? Hace un montón que no nos vemos y tenemos que hacerlo, porque resulta que el otro día me encontré con Y. Hacía mucho que no coincidía con él y me contó tantos chismes de P y J, que hay para que hablemos un buen rato.
Yo pasaré varias horas en el mostrador de M y podemos vernos allí.
Por supuesto, es un ejemplo exagerado, pero ésta es la idea: escuchar lo que el texto dice y ayudarle a decirlo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El vertedero, de Djuna Barnes

La función de la crítica, de Terry Eagleton

El dinosaurio anotado, de Lauro Zavala