A la atención de Victoria Prego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid

Estimada Presidenta
En los últimos años han sido varias las ocasiones en las que me he planteado porqué continúo en la Asociación de la Prensa de Madrid. Cerrado su servicio médico, canceladas las publicaciones y sobre todo, sin respuesta a los problemas laborales de la profesión, permanecer como miembro se ha convertido en un misterio para mí.
Soy más dado a la discreción que a la publicidad, pero la diligencia con la que esta Asociación se ha lanzado a criticar a un solo partido político por unas supuestas trabas al desempeño de la profesión, me han sorprendido tanto que me permito remitirle esta carta.
Después de años de ruedas de prensa sin preguntas, de publirreportajes vendidos como información, de un formidable deterioro de la credibilidad de los medios, de un amarillismo asfixiante, de la docilidad de las redacciones y de tantas otras sevicias, lo preocupante y lo grave es que supuestamente un partido ponga trabas a los periodistas. Todo ello basado en un informe anónimo y cuyas pruebas sólo conocen unos pocos, como cuando circulaban por los despachos de las redacciones los ejemplares de las revistas extranjeras que hablaban del rey emérito o de los negocios de algunos miembros de la corte.
No la molesto más.
Supongo que no me doy de baja -hasta por motivos económicos- por nostalgia, por que aún confío en un cambio de rumbo de esta casa. O por llevar la contraria, una mala costumbre en los tiempos que vivimos.
Le saluda atentamente,
Carta enviada el 7 de marzo a la APM

Comentarios

Entradas populares de este blog

El vertedero, de Djuna Barnes

La función de la crítica, de Terry Eagleton

El dinosaurio anotado, de Lauro Zavala