Cánones
Como mandan los cánones. Más bien, cómo mandan. A propósito del canon bibliotecario se me olvidó mencionar a la Sociedad General de Autores, la sgae. Tampoco les he oído/leído nada al respecto. Hace unos meses, en una conferencia que reunía a autores, abogados y usuarios, escuché cómo la sgae impedía que un autor cediese sus propios derechos . Nadie puede regalarlos, aunque sean suyos por la peculiar voracidad recaudatoria de la sgae. Y lo decía alguien (un músico conocido, aunque no recuerdo quién) que había intentado regalar su música a través de internet. No podía, sencillamente, porque la sgae perseguía de oficio esa práctica. Así que tendremos otro canon. Pero lo más llamativo es el relativamente corto y extraordinario proceso por el que de no existir los autores (o más bien de tener muy poca conciencia de sí mismos) en los siglos XVI y XVII han pasado a hacer su aparición, legitimación, consagración y finalmente sacralización en este siglo XXI. Lo que surgió como una defensa del