La ingenuidad de los creyentes
Nunca dejará de sorprenderme la ingenuidad con la que muchos creyentes protestan y se sorprenden indignados cuando la Iglesia Católica se comporta como tal. A propósito de las acusaciones de la cabeza de la iglesia contra la organización Amnistía Internacional se alzan las voces indignadas de cientos de ingenuos que exigen amor, respeto y caridad a la Iglesia, convencidos de que es ese el mensaje principal de la bimilenaria institución. Habrá que seguir explicando a esta grey –que empieza a ser más ignorante que ingenua– que el mensaje de amor, caridad y compromiso con los desfavorecidos no es, de ninguna manera, el mensaje de la Iglesia, sino el de algunos –y extraordinarios– de sus miembros, incluyendo en parte al supuesto fundador. Y digo en parte porque en el supuesto de que hubiera existido, las interpretaciones actuales sobre la solidaridad, la igualdad y otras yerbas son puras ucronías aplicadas al pensamiento de un zelote judio de hace 2.000 años, convencido de ser el heraldo...