Barre adentro
Fui, y muy bien acompañado como siempre, en la primera semana de exhibición a ver Mar adentro . Entonces ya me pareció una película estimable con un Javier Bardem cercano al cielo, aunque tenga trabajos del mismo nivel. Pero también entonces sostuve que era una película tramposa, de las que se le ven las costuras, las hechuras y las intenciones de ganar premios, taquillas y lo que haga falta. Muy bien rodada, sabiamente rodada por un director muy bueno pero tramposo. Y la elección de los actores, el montaje y hasta la promoción eran una maquinaria tan engrasada como falsa. Sostuve entonces que la elección de Belén Rueda como alter ego de Bardem sólo se debía a ese mismo propósito de ganar premios y búsqueda de todos los resortes, muelles y engranajes que hacen de esta película un rolex antes que un swatch. Porque Amenábar, que es un director enorme, necesitaba una persona maleable y con desgracia propia y auténtica a las espaldas y no una actriz de verdad, único motivo para elegir a un...