He leído estos días las noticias sobre una urbanización en Las Navas del Marqués , que pretende talar un pinar para campos de golf y chalés y después repoblar una parte –suena tan demencial como estúpido-, con el beneplácito de las autoridades. Y he recordado que tenía pendiente la reseña de un libro que viene al pelo de este asunto y de otros relacionados con el disparatado pelotazo urbanístico que vivimos. Un libro que se “escribe para adultos que no se asustan de la verdad ni tienen interés en ocultarla”, como explica el propio autor. Aunque probablemente serán los abogados los que le saquen más jugo, lo cierto es que se ríe y se llora a partes iguales ante el sucio panorama que pinta este jurista, que llama a las cosas por su nombre y no duda en describir una situación que se resume en la distancia que media entre unos portales (constitución, leyes fundamentales) espléndidos y bien construidos, y un edificio de la justicia (leyes, decretos, reglamentos y actuación del poder públi...