Cómo editar un texto (II)
No sé cuánto me durará el afán evangelizador respecto a la edición, pero comprobado que hay a quién le interesa, continúo. Aunque la diferencia más notable entre la edición de textos destinados a una publicación impresa y la de textos destinados a internet es la limitación de espacio de la primera, creo que podemos obviarla, habida cuenta de que también los cms -los programas que permiten la gestión de los contenidos de una web- tienen sus limitaciones y que la experiencia que los autores de blogs comprueban es que son más leídos los textos más cortos. O, mejor dicho, internet permite que un texto tenga la extensión que el binomio tema/autor quiera, sin limitaciones por arriba o por abajo debidas a otros condicionantes. Está muy extendida la costumbre de utilizar el corrector de ortografía de los programas de escritura cómo único medio de control del texto recién creado. Sin embargo, estos correctores -muy útiles por otra parte- se centran únicamente en las erratas, en las faltas que...