De la emoción a las palabras, de Seamus Heaney
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[...] la poesía, tanto si encaja bajo un antiguo sistema político como si aspira a expresar uno nuevo, debe ser un modelo de trabajo para la conciencia inclusiva. Jamás debe simplificar. Sus proyecciones e invenciones deben estar a la altura de la compleja realidad que la rodea y de la cual brota.El resultado es doble: de nueva lectura de aquellos autores o poemas que ya conocíamos; de verdadera sorpresa ante los desconocidos. Los pocos poemas propios que recoge -siempre como apoyo de cualquier matiz que esté explicando, pero sin pedantería- saben a poco.
Their fate must always be the same as yours,En general, Heaney expresa en estos ensayos una poética de largo aliento, una crítica -un estudio- muy precisa de lo que puede esperarse de la poesía y de lo que ésta espera, simbólicamente expresada a través de algunos poemas de Robert Lowell, Yeats, Sylvia Plath, o Wordsworth, entre otros.
To suffer the loss they were afraid of, yes,
Holders of one position, wrong for years.
(Su destino será siempre como el tuyo, / sufrir la pérdida que temían, sí, / por mantener una posición, equivocados muchos años.)
"Debemos ser auténticos para con nuestra sensibilidad; fingir sentimientos es un pecado contra la imaginación."Dejo para el final la impresión que causan los apuntes biográficos que Heaney deja caer como guijarros para no despistarse en el camino de vuelta. La situación en la tierra asediada y reprimida que era el Ulster hasta los primeros años del siglo XXI, el terrorismo y la violencia del Ejército británico, de la policía, del IRA y la mirada de sus habitantes componen un retrato con mucha humanidad y poca ética. Retrato que contrasta -y mucho- con el que nos pintan desde otros lugares y otras organizaciones, menos reprimidas y más cobardes de lo que se admite habitualmente.
"Sobrevivimos a explosiones y funerales y continuamos viviendo entre los familiares de las víctimas, entre los que han saltado destrozados por los aires y los que viven destrozados en las celdas de aislamiento."Que Heaney explica a propósito de lo que era vivir en Belfast en 1972, tras el domingo sangriento), o en 1981 cuando una huelga de hambre, esta sí auténtica, mató a Bobby Sands y a otros miembros del IRA.
Por cierto, el jueves 5 de febrero Heaney viene a Madrid.
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