Haciendo limpieza de los papelitos que llevo en la cartera, que suelen incluir citas y, sobre todo, fichas de libros que por alguna razón me interesan, me topé con esta novela antigua -es de 1982- y que dormía el sueño de los justos desde hace mucho tiempo a juzgar por el aspecto raído y guarrete del papel, y por su reverso, de una época remota. Así que aprovechando que tenía curiosidad por conocer -léase poner a prueba el catálogo de- esta biblioteca , me puse a buscar este título. Y estaba, lo que significa que me verán por allí más veces: que además hay wifi. Lo bueno de las notas que tomo, de esos papelitos con libros que llevo encima es que a las pocas horas de su anotación no recuerdo en absoluto porqué me interesó el libro, lo que añade su toque de misterio cuando te enfrentas, por fin, a él. Y en el caso de esta balada portuguesa, me costó 15 páginas entender qué se me había perdido a mí en el universo de José Cardoso Pires : una frase sobre la casa en la que vive el protagonis...
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