Libros de Física

Se me han quedado atrasadas varias anotaciones. Asi que reúno un par de libros que se quedaron sin comentar y van enlazados. El primero es un excelente informe sobre el estado de la Física actual, El tejido del cosmos, de Brian Greene. Ojo, que tiene 700 páginas y cuesta un congo de leer. Las matemáticas y fórmulas vienen expresadas como notas, con lo que el texto, que es bastante comprensible, se aligera. Creo recordar que es el último de los libros que me mandó Crítica antes de cambiar de ocupación. El libro sigue un esquema muy preciso, a caballo entre la cronología y el desarrollo de la Física desde los postulados más primitivos. El resultado es muy atractivo: primero repasas y luego, con los últimos capítulos, llegas al estado actual de nuestros conocimientos.
Y esta parte final es apasionante. Ya no es que la Física actual dé cuenta de fenómenos que no forman parte de nuestra experiencia perceptiva, sino que se alejan todo lo posible de lo imaginable. Y el talento de Brian Greene es innegable para encontrar metáforas o símiles que ayuden a entender algo de la estructura del universo más probable.
Cuerdas, supercuerdas, dimensiones… El panorama que Greene describe es mucho más apasionante que la idea de un demiurgo creador, caprichoso y arbitrario. La sola idea de que estemos viviendo en una dimensión de un universo retorcido sobre sí mismo en varias dimensiones, envueltos en una sopa de partículas cada vez más pequeñas es alucinante. Es trabajoso de leer, pero vale la pena.
El segundo de los libros es precisamente el prólogo del que acabo de mencionar. Porque llevaba tiempo detrás de echarle un ojo a los Principios Matemáticos de Isaac Newton, la base entera y verdadera de la Física: uno de los libros por antonomasia que empezó a destruir la mitología aplicada a nuestro conocimiento del mundo.
Escrito originalmente en latín, contiene docenas de fórmulas y de largas y farragosas explicaciones sobre geometría. No puedo decir que lo haya leído en el sentido más amplio. Pero sí lo he trabajado lo suficiente como para comprender el sentido de su pensamiento y hasta dónde llevó la ciencia.
Los eclipses, las órbitas, todos los movimientos de los planetas se explican de una forma geométrica y matemática: con total precisión, dados los medios de observación de la época. Y son la base de que hoy podamos ver maravillas como estas.

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