Metafísica de los tubos y Estupor y temblores, de Amélie Nothomb

En Metafísica de los tubos, Nothomb se centra en los primeros años de su vida, en su creencia -alimentada por la adoración sin límites de su aya japonesa- de ser un dios y en sus jugueteos con la muerte y otras obsesiones que se descubrirán a lo largo de las demás novelas.

Esta metafísica, un poco más reflexiva que otros textos, explica y describe el descubrimiento del placer como eje de la personalidad humana, con el contrapunto, no menos humano y personal, del asco:
Sólo nuestras repulsiones nos definen realmente.En cuanto a Estupor y temblores -un título excelente, por cierto-, se trata de una novela más descriptiva, con la empresa japonesa como escenario. Allí, toda la mentalidad machista, jerárquica e implacable de Japón se muestra en todo su esplendor. Nothomb compone un retrato bastante duro de la empresa japonesa y de sus empleados, del trabajo y su cultura -más bien un culto: es casi una deidad-, y de cómo afecta a las mujeres, francamente muy maltratadas por una sociedad que las considera iguales que los hombres, pero con un papel totalmente sometido a reglas y convenciones de muy difícil comprensión.
Technorati: books
Comentarios
Publicar un comentario